45.-MI DECLARACION DE HARTAZGO......

Aun corriendo el riesgo de visualizar mi objeto desde una visión algo maniquea, no hay duda que existe una parte oscura en lo que veo cuando –aunque más no sea someramente- doy una mirada sobre el Mundo en que vivimos.
Un lado oscuro que contrasta claramente con todo lo positivo que resulta de vivir en este Planeta, que existe y es mucho, sin duda. Y no olvidemos que este planeta que gira alrededor de su Sol, al momento que tiene una mitad iluminada tiene la otra inevitablemente a oscuras, como en la vida misma….
Porque no alcanza con solo respetar lo bueno, con solo mantener lo positivo. Los seres humanos -actuando como habitantes responsables- estamos obligados a incrementar lo bueno, tanto como a identificar lo malo, lo corregible, para aspirar a vivir en un mundo todavía mejor.
Pero ese sesgo oscuro es el resultado del manejo irresponsable de unos pocos poderosos, sobre el patrimonio, el pensamiento y la acción de miles de millones de seres humanos casi indefensos, muchos sin espacios de opinión y otros tantos sin voz ni voto.
Me declaro harto de los maestros de la guerra, que dan mas valor a un fusil que a un libro, que para demostrar lo que es una línea recta ponen como ejemplo el recorrido de las balas, que para enseñar el rojo muestran la sangre derramada.
Me declaro harto de los terroristas de uno y otro bando, que apuntan a civiles desarmados, que torturan y cuelgan a sus victimas de los puentes, que vuelan trenes y aviones cortando vidas indiscriminadamente.
Me declaro harto de los falsos arrepentidos atrapados en sus sistemas autoritarios, que escriben libros y salen a la prensa creyendo que con solo dar la cara se justifica lo injustificable, tirando al agua de la opinión pública su salvavidas personal.
Me declaro harto de los todavía no arrepentidos de las torturas, de las vejaciones, de las violaciones a que sometieron todos los derechos que un ser humano posee por el solo hecho de haber nacido.
Me declaro harto de los déspotas, intocables, impunes, vanidosos e indeseables pajarracos que caminan libremente por el Mundo, que escapan al corto y tardío brazo de una ley tan rápida para los profanadores de gallineros.....
Me declaro harto de los estafadores de levita, cuello blanco y cuello duro, que vacían sus bancos para tapar, con el dinero ajeno, sus malhechos y maltrechos negocios internacionales, de los jueces coimeros procesados, de los políticos que usaron el poder en su propio beneficio.
Me declaro harto de los que están pocos meses “alojados” en una cárcel que alberga a la flor y nata de los malhechores VIP y no “recluidos” en una penitenciaría.
Me declaro harto de los Superman de los “mass media” que se sienten como intocables e imprescindibles dioses dueños de la información, recortando la realidad con la afilada tijera de su poder para hacernos creer que lo que existe es lo que ellos nos dicen, y no lo que nos ocultan.
Me declaro harto de los padres que tienen armas al alcance de sus hijos, como al descuido, como favoreciendo otro “descuido” en que éstos las empuñen para matar sin sentido alguno a otros compañeros.
Me declaro harto de los traficantes de drogas, de los que venden a niños y jóvenes falsos pasaportes a un Mundo de sueños, de visiones, como si no se pudieran alcanzar con solo cerrar los ojos.
Me declaro harto de los que desde su status industrial polucionan el medio ambiente con las humeantes chimeneas de su confort, de sus productos for export, talando árboles sin discriminación, ensuciando ríos y mares, matando animales indefensos.
Me declaro harto de los traficantes de seres humanos desposeídos, de los negociantes de algo tan digno como el trabajo, cual domadores que se sienten importantes silla mediante y látigo en mano.
Me declaro harto de los corruptos, de los poderosos del escenario y de los que están entre bambalinas, de sus secuaces, de sus adláteres, sus devotos futuros continuistas.
Me declaro harto de los que trafican con la fe, de los que engañan y corroen los bolsillos de su incrédulo rebaño, de los que matan en nombre de su Dios.
Me declaro harto de los profesionales de la mentira enquistados en el poder.
Que me desayune con algo muy amargo? Puede ser…
Que no estoy en un buen día? Puede ser….
¿Que me quedé corto? También puede ser….
Solo reconociendo lo oscuro puedo valorar lo luminoso. Hagamos que esto último sea mayor que lo primero.
Y Ud. que lee esto, puede desechar por fuera de lugar, corregir por errónea o incrementar por incompleta esta lista.