44.-MINEROS: DEL SUBSUELO AL CIELO MEDIATICO.

Uno de los objetivos de la utilización del conocimiento científico es la previsión, y quien haya leído en este blog algún post anterior dedicado a este tema sabe bien lo que pienso.
Quiero decir con esto que cada rama de la Ciencia debe ser capaz no solo de solucionar los problemas que les son inherentes sino también de prever la ocurrencia de las causas de los mismos.
Ese objetivo previsional de la Ciencia muchas veces no logra impedir ciertos fenómenos naturales con efectos catastróficos para el Hombre, pero una vez emitidas las primeras señales de ocurrencia de los mismos, al menos puede lograr disminuir sus efectos sobre los seres humanos.
A manera de ejemplo, hoy día se puede reconocer el punto exacto del nacimiento de un huracán, establecer su posible recorrido, y en consecuencia alertar a quienes podrían verse afectados.
Lo mismo sucede con las lluvias y las inundaciones, con los terremotos y los tsunamis, las granizadas, las erupciones volcánicas, etc.
El 6 de agosto del 2010, un camión como tantos, salió con mineral de cobre y oro extraído del nivel 44 subiendo las rampas sinuosas que por varios kilómetros de recorrido lo llevaba a la salida principal de la Mina San José, cerca de Copiapó, en Chile. La minería es el rubro de mayor incidencia en el sector primario de la economía chilena.
De pronto, y tras su paso, un derrumbe de miles de toneladas de rocas selló un nivel, y repentinamente treinta y tres obreros quedaron atrapados a más de 600 m. de profundidad.
Bien sé que lo acontecido es uno de los riesgos de ese trabajo. El hecho de conocer algunas explotaciones subterráneas por visitas profesionales realizadas en varios lugares del Mundo, me permite afirmar que para trabajar en profundidad hay que tener algo especial…..Reconozco que es muy probable que nunca hubiese podido trabajar como geólogo de minas obligado a pasar gran parte de mi vida activa allá abajo. Pero no hubiera sido por el miedo a un accidente de este tipo ya que el riesgo físico de un accidente laboral existe en todos los trabajos alrededor del Mundo en los cuales hay seres humanos involucrados.
No lo hubiera hecho por la tremenda sensación de encierro y la necesidad de ver lo antes posible la luz natural que experimenté cada vez que bajaba a una mina.
Los obreros de una mina –cualquiera sea el lugar geográfico donde esté- dominan eso que yo y tantos seres humanos no podemos, conocen los riesgos y saben en su fuero íntimo que cada día los corren….Muchos de ellos trabajan allí porque no tienen elección, otros por tradición familiar y otros por vocación profesional.
Lograron sobrevivir incomunicados con el exterior durante 17 días. Luego una perforadora llegó al refugio donde los contactó, y otra realizó la perforación que al final sería la vía de rescate que se realizó exitosamente a casi 70 días del accidente.
Los medios del Mundo transformaron la operación de rescate en un reality show.
El éxito –o el fracaso, ya que todo cabía en la incertidumbre que acongojaba a tantos que mirábamos las emisiones- debían ser presentados en vivo y en directo. Es que hoy día, ningún hecho que acontezca en el planeta Tierra, que pueda ser “vendible” y que pueda tener ratting escapa al lente escudriñador de las cámaras de televisión.
Todos los detalles fueron presentados. Nada escapaba al ojo avizor del Gran Hermano!!! Nada menos que 1.000 millones de seres, la sexta parte de la Humanidad, estuvieron 24 horas pendientes de un hecho que como sucede con una obra de arte, escapó de sus auténticos protagonistas y se la apoderaron otros intentando sacar provecho y llevar agua para sus molinos…..
La llegada de cada rescatado era la oportunidad de primeros planos para la cara siempre sonriente del presidente Piñera, de su ministro de minería, contrastando con el nerviosismo del familiar de turno y el profesionalismo de los servicios de sanidad al pié de la cápsula de rescate. La televisión retransmitía las palabras del presidente quien -con ese gesto- se presentaba frente al Mundo dándole la oportunidad para que éste lo vinculara al éxito de toda la operación.
Sin llegar a dudar de la sinceridad de su sentimiento, es evidente que la repercusión de su presencia hubiera sido mucho menor si los hubiera recibido en un segundo plano (el hospital de campaña, por ejemplo), dejando ese primer momento para el reencuentro con sus familiares y la atención médica primaria.
Debo reconocer además que desde el momento en que se supo que estaban vivos, el presidente Piñera trabajó mucho para el rescate…..pero convengamos que era su obligación, el único camino que le quedaba por recorrer y la mejor manera de enmendar la plana porque sin duda existieron fallos y responsabilidades muy graves. Y gran parte de los mismos pueden recaer sobre el propio Estado, si es que no fiscalizó adecuadamente las condiciones de seguridad de la mina!!! Creo que una gran parte del hermano pueblo chileno coincidirá con esta lectura de los hechos....
Esta es una de las conclusiones más importantes que debemos extraer de este in suceso: no debería haber ocurrido si la ingeniería de esa mina hubiera sido hecha con mayor seguridad, si hubiera existido mayor previsibilidad de los riesgos de accidentes, y si hubieran actuado los controles correspondientes.
Es cierto que en la minería hay accidentes –como este de Chile que por la suerte y la tecnología aplicada no se transformó en desgracia- pero no perdamos de vista que hay miles de minas trabajando en todo el Mundo donde se lleva al mínimo la probabilidad de ocurrencia de los mismos a través de estrictos controles de seguridad.
El hecho, pues, no invalida el sistema.
Presiento que los miles de millones de dólares gastados con el rescate es mucho más dinero que lo que se hubiera gastado en una mayor seguridad de la explotación...
Los “mineros” fueron héroes, si, eso es indiscutible. Sobrevivir allá abajo no debe haber sido nada fácil, por más conciencia de los riesgos que tuvieran. Ahora deberán sobrevivir aquí arriba, soportando el peso de su historia personal y el acoso de la mass media.
Los rescatistas también fueron héroes, por su coraje, por la serenidad y la seguridad de sus pasos que se traspasaba de inmediato a los rescatados.
Pero hubieron otros triunfadores, anónimos, y cuyo trabajo permitió el rescate: los geólogos que determinaron las condiciones de los sondeos, los ingenieros que diagramaron la cápsula de rescate, los médicos y nutricionistas que planificaron la alimentación en el encierro, los sicólogos que brindaron la contención adecuada, en fin, todos aquellos que aplicaron conocimiento científico y tecnológico para salvar esas vidas enterradas en las profundidades.
El Mundo pudo observar que bajo el envoltorio de celofán del reality show, de las sonrisas, del morbo expectante, de los pobres mineros que salieron del subsuelo siendo ametrallados por las cámaras y las sonrisas para transportarlos al cielo mediático, estaba el trabajo de otros chilenos, de unos hombres que solo se preocuparon de salvar a sus compatriotas mediante el uso de la inteligencia, la perseverancia y la fe en el conocimiento y la tecnología para llegar al objetivo.
Esos chilenos fueron los olvidados de las cámaras de televisión pero esto a ellos, en realidad, parece que no les preocupó.
Solo se preocuparon de ayudar a la vida, minimizando a la muerte.....
Son, en mi concepto, los grandes triunfadores.