1.-URUGUAYOS, DONDE FUERON A PARAR....

Vivimos en un mundo dinámico, cambiante, pero a gran velocidad. Las sociedades de comienzo de este nuevo siglo son absolutamente diferentes a las del XX e inclusive a las decimonónicas.... Probablemente, un factor que en estos tiempos ha adquirido una dimensión extra es la emigración, sea temporal o definitiva.
Nuestro país vive actualmente lo coletazos finales de un pulso emigratorio. Nuestros jóvenes se marchan a otras tierras. La falta de medios pero –fundamentalmente- de perspectivas, los impulsa a irse. Mecánicos, enfermeros, pintores, dentistas, artesanos, pizzeros, médicos, atletas, vendedores de panchos, albañiles, músicos.....
No obstante preocuparnos que se vayan manos útiles, calificadas, talentos, que muchas veces no recuperaremos, el fenómeno de emigrar no debe asustarnos...No somos los únicos que caemos a “picotear”, también lo hacen argentinos y turcos, mexicanos y marroquíes, albaneses y bolivianos, peruanos y angoleños,...y muchos mas...
Si hacemos un corte en la Historia, vemos que siempre hubo pueblos emigrantes y –en consecuencia- pueblos inmigrantes. Diversas son las causas del movimiento en masa de los seres humanos: falta de alimentos, factores climáticos adversos, creencias religiosas, dictaduras, segregación racial, falta de oportunidades personales y colectivas, etc.
Si bien es cierto que el Hombre ha evolucionado de nómade a sedentario, también lo es que nunca ha olvidado totalmente la posibilidad de emigrar. O sea, algo así como volver a buscar su nicho sedentario pero en otro lugar...
Pero convengamos que los procesos emigratorios del presente tienen características diferentes a los del pasado.
Las actuales facilidades de comunicación y transporte favorecen la toma de decisiones. Hoy podemos obtener mas información de los posibles destinos, tenemos mas antecedentes por la razón de que existen otros compatriotas que pueden recibirnos u orientarnos, y además llegamos mas rápido. Un día de viaje con las correspondientes escalas nos lleva a otra realidad, al comienzo del desarraigo o del arraigo...
Hoy es mas rápido emigrar.
Pero en Uruguay vivimos en un país lento. Lento en el tránsito, el fútbol, la toma de decisiones, la policía para agarrar a los grandes chorros, la Justicia para decidir, ...un país lento en las respuestas que los nuevos tiempos exigen. Un país donde se gasta mas tiempo en diagnosis que en realizaciones, donde la prudencia se confunde en difuso límite con el miedo a los cambios,....
Un país de ritmo tranquilo, agarrado al piso, como el toque de Cuareim...... Paradójicamente, es un país muy rápido pata venderte el pasaje en fáciles cuotas y para darte el pasaporte. Hoy lo obtenés en unos pocos minutos, en amplias y cómodas oficinas, desplegadas por todo el país....
Parece que el país quisiera que te vayas lo antes posible.....
Hace unos meses, volviendo desde el Interior, debí tomar la ruta 101, que pasa junto al Aeropuerto. Como tantas veces, observé algunos autos estacionados, y gente pegada al alambrado, saludando sin ver a quienes los miraban desde las ventanas del avión de American Airlines, que lentamente carreteaba hacia la cabecera de la pista.
Mas uruguayos que se van, pensé....
Sea en el porteño Ezeiza o en el Guarulhos de San Pablo, los nuevos emigrantes tendrán algunas horas de espera en tránsito, que los llevará a calibrar la dimensión de la separación, a pensar en lo que los espera, a intentar medir sus miedos y sus fuerzas.
Mas tarde vendrá el embarque para sus destinos: Canadá, Australia, Holanda, España, quizá México, o Estados Unidos, Portugal, Suecia......Ahora si, totalmente jugados. Ya no hay marcha atrás.... Hay que embarcar.
Mañana se encontrarán –o reencontrarán- con sus contactos, sus amigos, sus familiares, y se pondrán al tanto con las novedades. Conocerán a sobrinos, nietos, nueras, cuñados, yernos, generalmente todos rubios, y que les hablan en un español elemental....
Mirarán fotos y videos, repartirán recuerdos, no les dará el tiempo para poner a Bola 8, Agarrate Catalina, la Falta, la Vela, o el ultimo de Larbanois Carrero, tomarán vino, mate con Canarias recién traída y que les dio un plus de nervios en la Aduana, se hartarán de dulce de leche.
Mañana, algunos de ellos ya estarán paseando por los canales de la hermosa Ámsterdam y quedarán perplejos por los cientos de bicicletas libres que esperan a sus dueños en la Central Station, o quizá se asombren de que la multirracial Montreal no tenga tanta nieve como les dijeron, o vayan esa misma noche “de tapas” al Palacio del Jamón en plena Puerta del Sol madrileña, o se asombren con el grandioso edificio de la Opera de Sydney, o paseen por la riviere gauche del Sena, o se bañen en las límpidas y transparentes aguas de alguna playa de Miami, o recalen en algún pequeño pueblo de la verde y montañosa Saxonia alemana....
No pasara mucho tiempo que comiencen a ver otras realidades, como si viéramos las imágenes de verdaderos espejos y no las de aquellos cóncavos o convexos que nos deformaban en nuestras excursiones escolares al Jardín Zoológico.....
Aquella nieve de Montreal que degustarán hasta hartarse en guerrillas y revolcones, se volverá mas tarde impertinente, con sus casi 2 metros que los hace caminar con el pudor de la vergonzosa caída en plena calle....Las bicicletas holandesas, con sus timbres taladrando los oídos señalarán, a sus espaldas, que han invadido su senda...No faltará algún español que otro que –despreciando nuestro histórico vinculo y olvidando que también ellos fueron inmigrantes en nuestra propia tierra,- les haga sentir que “ustedes los latinos existen gracias a nosotros”...
Buscarán desesperadamente a sus compatriotas del Club Uruguay, o de residentes uruguayos....Algunos irán hasta las inmediaciones del Louvre “porque hay un uruguayo que vende panchos en la calle, mirá, parecen los de La Pasiva pero no con aquella incomparable mostaza,”...otros se irán a “La casa de los Churros” en la Petite Italie de Montreal,....Algunos buscarán los “yorugas” que tienen la murga en Toronto, se animaran a ir en la cola de los que hacen las llamadas por las calles de Melbourne, llegarán hasta la Alexander Platz de Berlín los domingos por la mañana para ver algún artesano, buscarán algún teléfono “pinchado” por las plazas de Barcelona según el “último dato”...Todos, sin excepción, sabrán muy pronto donde queda el Western Union mas cercano para mandar algunos verdes...
Algunos buscarán acercarse al tango (“fijate vos, sabes que allá yo con el tango ni ahí, y ahora estoy aprendiendo a bailar..!!!!”) y recalaran en la única Tanguería de Québec, en las de Oslo, en la de Oporto, en las milongas de Berlín o Dressden, en Montmartre, esperaran ansiosos la llegada de la Tana Rinaldi, pesquisarán los discos de Piazzolla, llorarán redescubriendo a “ese señor Gardel”cuando canta Volver, bailarán La Cumparsita y se emocionarán con el sonido de “eso que llaman bandoneón”..
Sencillamente, descubrirán que en realidad todo eso lo llevan adentro, sin haberse dado cuenta.......
Pero no es lo mismo llegar que permanecer. Muchos de ellos quedarán condenados a vivir partidos en dos: la mitad de su alma allá, con la 4 por 4, la piscina, el comercio, las vacaciones, la cuenta de ahorro, las ganas de volver; y la otra mitad de su alma acá, con las aguas marrones del Plata, las Llamadas, el carnaval, el clásico, yerba barata y en abundancia, el asado con leña y no con carbón, “el viento del sur que anuncia vendaval” al decir de Jaime.
Unos regresarán, vencedores. Otros, vencidos, goleados por la angustia.
Muchos se adecuarán total o parcialmente. Ninguno de ellos dejará de ser uruguayo, a pesar de los papeles....
Es duro el oficio de emigrar....
“El que se fue no es tan vivo, el que se va no es tan gil...”