58.-QUE VACACIONES.

-Te voy a extrañar, le dijo él.
Estaban solos, frente a frente. Ella lo contemplaba quieta, en silencio, con su mirada ya apagada.
La casa ya estaba cerrada Y ante el apuro de su mujer, puso la alarma, cerró la puerta, se subió al auto y arrancó para el Este. Habían llegado las vacaciones y toda la familia palpitaba los días por venir.
La casa de la playa los esperaba, pero ambos sabían que tenían mucho por hacer antes de empezar a descansar, a disfrutar del aire fresco, del calor, de la lectura, de la sombra de los eucaliptos y de la puesta de sol….
Siempre era igual: recién llegados, los primeros días eran de arreglos, limpieza y puesta a punto de la casa, idas al supermercado de Piriapolis y poco tiempo para la playa. Pero siempre pensaban que en los últimos días la ecuación se invertiría pero esto casi nunca pasaba.
O sea: que se pasaban las vacaciones limpiando pisos y vidrios, sacando telas de arañas, pintando puertas y ventanas, lavando ropa, cortando el césped, arreglando cortinas, sacando bolsas y bolsas de hojas secas, cambiando cueritos de las canillas, juntando ramitas y leña para el churrasquero, etc. etc.
Este verano él estaba decidido a dedicar mas tiempo a la jardinería y ordenó sus tareas en cuatro etapas que denominó:
1.-Operativo “Tabla rasa”: que comenzó con un viaje a la barraca a comprar tanza y a la estación de servicio de Piriápolis por nafta con aceite para la bordeadora, y prosiguió con el corte de pasto, todo lo que insumió un día de trabajo.
2.-Operativo “Rastrillo”: intensa rastrillada de veredas y jardines con el resultado de 6 bolsas grandes repletas de hojas y pasto. (Medio día de trabajo)
3.-Operativo “Yerba Mala”, en la cual comparando sus jardines con la barra brava de la Amsterdam logró extirpar los “indeseables” de siempre para quedarse solo con los deseables. (Medio día de trabajo)
4.-Operativo “Exterminio”, que comenzó una guerra en dos frentes: hormigas y caracoles. Esto le insumió pocas horas diurnas, pero llegó a hacer recorridas nocturnas tratando -ayudado de una linterna- de ubicar las guaridas de sus enemigos, persecución obsesiva que alcanzó hasta los terrenos vecinos. El operativo se extendió a otros frentes, como el de lucha contra las arañas de los techos, bichos de la humedad en la leñera, y hasta contra algunos alacranes que aparecieron escondidos tras los postigones, todo lo que insumió otro día de trabajo. Incluyendo el ya consabido viaje a Piriápolis para buscar los pesticidas adecuados para cada enemigo, claro.
Luego de la jardinería se ocupó del parque de bicicletas: se metió en el mantenimiento de 2 bicicletas de mayores y 2 de niños: les hizo una limpieza general, y siguió cambiando algunos tacos de goma, centrando ruedas y manubrios, regulando la altura de los asientos y los frenos, apretando tuercas, aceitando los ejes, los cambios y las cadenas, lo que llevó otro día de trabajo incluyendo un viaje al taller de reparación y repuestos de bicicletas de Piriápolis.
A posteriori, siguió con el rubro de mantenimiento general. Ajustó dos sillas playeras, cosió una reposera que se estaba rompiendo, reparó las varillas de la sombrilla de playa, sacó las cenizas del churrasquero y del hornito a leña, desarmó cuatro faroles exteriores para reponer las lámparas quemadas, arregló la canilla de la cocina que perdía unas gotas, revisó la grasera, cambió dos enchufes, todo lo que le llevó otro día de laburo incluyendo otro viaje a Piriápolis con paradas en la ferretería, el supermercado y la casa de artículos de electricidad.
Pero faltaba la piscina de los niños:
-Tenemos que inflar la piscina para los chiquilines, dijo su señora….mirá que llegan mañana!!!
Pero él sabía muy bien que ese “tenemos” (primera persona del plural) debía interpretarse como “tenés” (segunda persona del singular) del tiempo Presente del verbo tener, o incluso según la entonación de la frase, equivaler a “ya tendrías que haber inflado la piscina”, por lo cual pasábamos al Condicional simple del mencionado verbo irregular. La piscina había quedado mal doblada y sucia del verano pasado, encontrándose además con la sorpresa de algunos orificios. Viaje a Piriápolis por parches y cemento de contacto, mas la posterior reparación y llenado con agua: medio día de trabajo.
Otro medio día se fue en viajes al Super por abastecimiento, una compra de pescado en los puestitos del Puerto, el cambio de la garrafa de gas, la discusión en las oficinas de OSE por una factura desmedida por una pérdida, y la espera de la llegada de los funcionarios para la inspección. Otro medio día alquilando caballos para los nietos, que además, no obviaron ninguno de los juegos de las “calesitas” ubicadas detrás del Argentino Hotel, una subida al Cerro San Antonio, y una recorrida desde el Puerto hasta Punta Colorada con una recalada en San Francisco.
Cuando se dio cuenta, llevaban 7 días de veraneo, habían ido solo unas horas a la playa y él no había podido aún empezar a leer un libro de los tantos que había llevado!!!!
Pero por suerte, el “trabajo” amainó y –como en el futbol- surgieron los espacios.
Apareció el tiempo para leer, para tomar sol, para pensar planes de trabajo para el 2011.
Y fue en ese momento del décimo día, cuando entre mates y biscochos contemplaban la puesta del sol, que se acordó de ella, y de todo lo que ella le daba día a día…..la recordó como la compañera desde la mañana a la noche…Y se dio cuenta que sencillamente la extrañaba, o mas aún, tomó conciencia de la importancia que ella tenía en su vida y de cuanto la necesitaba!!!!
Pero ya faltaba poco para el rencuentro. Tenía que superar ese momento de debilidad y ser fuerte como un ex fumador, decidido como un ex drogadicto, tenaz como un ex alcohólico. Tenía que mantener su abstinencia por pocos días más. Y lo logró.
Regresaron a Montevideo. Y luego del consabido reparto de hijos y nietos, de desarmar bolsos, de reubicarse en la casa, fue al estudio y prendió la computadora.
Ella -como si saliera de un CTI cibernético- fue encendiendo y apagando luces hasta que lo iluminó con toda una colorida pantalla llena de iconos, y a él se le iluminó la cara.
Se conectó a Internet ansiosamente. En G Mail tenía 23 mensajes en la bandeja de entrada (diez invitaciones a espectáculos, dos ofertas de trabajo, seis mensajes atrasados de felicidades para el 2011, cuatro avisos de mensajes en Badoo, uno de Sonico) y 184 spam que iban desde ofertas de medicamentos rebajados de USA hasta un mensaje de haber sido favorecido con un millón de dólares de una misteriosa Fundación de Massachusetts. Miró todo por arriba, dejó los mails de trabajo para contestar mañana, eliminó los spams, y se fue a otra casilla.
En Hotmail tenía 62 mensajes en la bandeja de entrada (doce gacetillas de espectáculos, diez personas que quieren ser sus amigos en Que Pasa, y 44 notificaciones de Facebook). Ni se molestó en revisar el correo no deseado.
Hasta que llegó el momento de entrar en Facebook. Era como el cigarrillo después de fumar, era su actual adicción!!!
Tenía 12 mensajes, 14 solicitudes de amistad, 8 notificaciones de amistades aceptadas, 4 solicitudes en Mafia Wars Game, habían comentado 1 video y 6 fotos suyas, lo habían etiquetado en otras 4, y tenía el muro lleno de mensajes. Mucho para leer y comentar.
-No vas a cenar, le preguntó su esposa….
-No, contestó; no tengo mucho apetito. Me tomo un jugo mas tarde; voy a trabajar un rato en la compu.
Puso manos a la obra, Tendría para un buen rato.
-Como te extrañé, Oli!!!! le dijo en voz baja.
Y su querida Olidata empezó a trabajar, como todos los días.