20.-JUGUEMOS EN EL BOSQUE.

La Amazonia se extingue....
Y no es solo un pensamiento en el aire, sino que es una realidad que se palpa día a día.
Desde que el Hombre está sobre la Tierra, su objetivo es “vivir mejor”, y tras ello, ha intentado minimizar los medios utilizados y enmascarar los resultados para llegar a ese status, tanto como se ha despreocupado de la verdadera dimensión de los destrozos realizados.
La devastación de la floresta amazónica puede observarse y cuantificarse a través de las fotos satelitales que cada 24 horas repiten la imagen del mismo punto geográfico, pero que al contrario de la generalidad, presenta la particularidad de que no es la misma que el día anterior.
Por razones profesionales he trabajado en Brasil con imágenes satelitales, y debo confesarles que seguir la evolución de la deforestación, perfectamente mensurable, es tan impactante como ver en las fotografías las evidencias de las áreas bajo fuego.....
Recuerdo que en el período 2001 – 2002, se quemaron 23.260 kilómetros cuadrados de selva, y en el bienio 2002 – 2003 desaparecieron por idéntica razón otros 23.750 kilómetros cuadrados, lo cual permite calcular que bastarían solo 7 años de semejante depredación para alcanzar la superficie del Uruguay!!!!!
Aquella idea de la enorme selva brasileña como pulmón del Mundo, generador del oxígeno indispensable para la vida es –a esta altura- un verdadero mito.
El Hombre va en camino de lograr uno de sus más lamentables récords: transformar esa fuente de oxígeno en otra de dióxido de carbono, ese gas que respiramos en el aire y que es –entre otros- co-responsable del calentamiento planetario, el temido efecto invernadero.
Parece que a ningún poderoso del Mundo le importa que ese calentamiento anormal de la atmósfera producirá inevitablemente la subida del nivel de las aguas oceánicas con la consecuente desaparición de áreas costeras en todo el Planeta.
Ni que el mismo efecto invernadero elevará las temperaturas globales, provocará alteraciones en los climas, cambiará las características de las estaciones, generará lluvias anormales e inundaciones.
Recientes estudios realizados por ecologistas brasileños en coordinación con europeos y norteamericanos concluyen que los gases emanados de los numerosos incendios de la Amazonia elevan al Brasil nación al rango de contaminador mundial ubicándolo en la lista negra de grandes contaminadores que conforman China, Rusia y Japón, aunque todavía lejos de los Estados Unidos, líder insuperable en lo que se refiere a polución atmosférica.
Esos incendios producen alrededor de 200 millones de toneladas de carbono a la atmósfera, volumen que debe sumarse a los otros 500 millones del mismo Brasil pero provenientes de la quema de combustibles fósiles por el desplazamiento de un gigantesco parque automotor.
Hoy día el país norteño se ubica entre los diez mayores emisores de gas carbónico del Planeta por causa del desmonte de sus bosques. Los modernos bandeirantes queman la selva a su paso, y así donde debería haber árboles y ramajes aparece primero el ganado y luego la soja.
Todo llevado adelante por el propósito demencial de ampliar la frontera agrícola, haciéndola avanzar hacia el norte, destruyendo a su paso millones de árboles que carecen de valor comercial para hacer áreas laborables.
Como si no tuvieran otras superficies para mejorar !!!!!!
Pero no es solamente esa devastación descontrolada e irreflexiva lo que preocupa.
No termina ahí el tema.
También están los garimpeiros, mineros anárquicos que escapan a cualquier tipo de control estatal y que arrancan el oro de los sedimentos de corriente utilizando mercurio para separarlo de la “ganga”... y ese mercurio de carácter residual y no degradable produce una indiscriminada mortandad de peces y desaparición de especies.
Por otro lado, esa moderna “colonización” de la Amazonia, con características de invasión, provoca cruentos choques con las comunidades indígenas que defienden sus tierras y los límites de sus reservas.
Esas comunidades tampoco escapan a las tentaciones del “progreso” con todos sus vicios, sumado al efecto que esa ascendente presencia humana ya tiene sobre la contaminación de las enormes corrientes de agua y provocando su gradual desintegración.
Pero.....los poderosos del Mundo no se preocupan de los efectos destructivos de sus propias industrias. A pesar de los organismos internacionales, que lo hay, y de los tratados que también los hay.
La sensación final es que estos últimos existen precisamente para ser violados...
En fin, así va el Mundo.... entre otras cosas   (Ah...y el lobo?)